viernes, 25 de marzo de 2011

Querido díario

Hoy me ha venido a la memoria la pregunta de una persona-su nombre, no lo recuerdo-.
¿Crees tú, que no tienes enemigos?-me dijo.

En ese momento pensé: Sí, uno. Tú.

Esto me ha venido a la cabeza, porque estaba pensando en los bancos, en las empresas constructoras- y todo lo que ambos tienen en común-, en las empresas de transporte, en las aseguradoras y un largo etc. que todos conocemos.
Sí, tengo más enemigos de los que jamás pudiera imaginar. Sólo que son a ellos a los que yo considero enemigos míos y de tantos otros inocentes. Porque esa es la palabra. Somos inocentes y por eso mismo tenemos tantos enemigos.
Nosotros somos los corderos y ellos los lobos.