lunes, 7 de enero de 2019



La prisa con la que en estos tiempos se vive no es nada comparable con los años sesenta, setenta, e incluso ochenta.

Me pregunto si este fenomeno tiene algo que ver con los gobiernos, con la resignación o paciencia de las gentes.Pienso que si. A mayor libertad de expresión más capacidad para la protesta. Y eso a pesar de que nuestro pueblo sigue teniendo una paciencia infinita. Pienso que en Francia o en Suiza, o en Alemania, etc. los ciudadanos no se dejan manipular con esa caras cariacontecidas, con esos gestos de altanería con que somos tratados aquí por los funcionarios. A pesar de haber mejorado mucho aún nos queda un largo camina.

Lo que escribo no es gratuito, ni una señal de protesta sin más. Está basado en los acontecimientos vividos ayer.

Una vez más la información recibida era incompleta. Pero la mujer se defendió educada pero con seguridad en si misma y confiada en su conocimiento.

No se dejó-como tantas veces he observado-llevar y traer cual monigote.